BOSQUES NATIVOS DE CHINCHAY

A solo un par de horas de la comunidad Ccerabamba-Andina, la vista desde el mirador Rumi Cruz, a 3800 metros, es simplemente alucinante. Un paisaje de grandes contrastes, desde puna con cerros cubiertos de ichu a laderas de un bosque de niebla que se transforma, kilómetros abajo, en el bosque seco del cañón del río Pachachaca. En el horizonte, los nevados de la Cordillera Vilcabamba y el Ampay.  Aquí, Apurímac, Ayacucho y Cusco se reúnen y ECOBONA desarrolla proyectos de conservación. 

El Programa Regional ECOBONA viene desarrollando proyectos para la protección y el manejo sostenible de los ecosistemas forestales andinos y el mejoramiento de la calidad de vida de la gente que convive con estos bosques. Aparte de temas como reforestación con plantas nativas y la promoción de la producción de miel de abeja, el ecoturismo es uno de los grandes retos. El núcleo del proyecto ecoturístico en Perú es el distrito de Pacobamba, provincia de Andahuaylas, en Apurímac, donde se viene trabajando junto con la municipalidad distrital, las comunidades e instituciones regionales para sentar las bases del desarrollo ecoturístico.

El Programa Regional ECOBONA viene desarrollando proyectos para la protección y el manejo sostenible de los ecosistemas forestales andinos y el mejoramiento de la calidad de vida de la gente que convive con estos bosques. Aparte de temas como reforestación con plantas nativas y la promoción de la producción de miel de abeja, el ecoturismo es uno de los grandes retos. El núcleo del proyecto ecoturístico en Perú es el distrito de Pacobamba, provincia de Andahuaylas, en Apurímac, donde se viene trabajando junto con la municipalidad distrital, las comunidades e instituciones regionales para sentar las bases del desarrollo ecoturístico.

Los bosques nativos andinos:  potencial poco valorado

¿Cómo es posible desarrollar una buena oferta ecoturística en una de las regiones más pobres del país? La respuesta es simple: identificar sus singularidades y acondicionarlas al enfoque de la propuesta.

Pacobamba tiene dos caras. La primera se puede encontrar en todos los Andes, un paisaje fuertemente fragmentado en el cual el significado de la palabra “bosques” se reduce a cultivos de eucaliptos y pinos; la segunda, asocia bosques de niebla (una verdadera fuente de agua y vida) y bosques secos del cañón del río Pachachaca y del río Apurímac. Paisajes poco perturbados, en los cuales todavía sobrevive una buena muestra de la biodiversidad original andina. Especies como el oso andino (Tremarctos ornatus) o el cóndor andino (Vultur gryphus), son sus representantes más emblemáticos y han adquirido el rol de embajadores de hábitats intactos. También, se puede encontrar pumas (Puma concolor), coatíes (Nasua nasua) y ccarachupas (Didelphis sp.) entre otros, además de árboles como la intimpa (Podocarpus glomeratus) una de las pocas coníferas nativas del Perú y diversas especies de orquídeas que en conjunto representan un gran potencial para un desarrollo sostenible.

De Pacobamba a Choquequirao

Hace un año tuve la oportunidad de salir junto a un grupo de representantes de las diferentes comunidades, desde el centro poblado de Pacobamba a un viaje de exploración. El objetivo era encontrar una ruta que mostrara la alta diversidad paisajística de la zona y finalmente llegar a Choquequirao, en la frontera entre Apurímac y Cusco.

Fue un viaje espontáneo, guiado por el entusiasmado profesor Freddy Hurtado, un aventurero que con setenta años ya había caminado por casi toda la región. Fue una experiencia extraordinaria caminar entre bosques húmedos, donde la niebla es protagonista de un espectáculo misterioso y de vez en cuando los gritos querellantes del pakawi/quetzal cabecidorado (Pharomachrus auriceps) interrumpen el murmullo constante del agua que cae por las laderas; por caminos de herradura bastante estrechos a lo largo de cumbres que permiten una vista de las laderas boscosas, de los ríos Pachachaca y Apurímac y los nevados de la Cordillera Vilcabamba y el Ampay. En bosques secos, dominados por el árbol pati (Eriotheca ruizii) y diferentes especies de cactus donde habitan tarántulas, escorpiones y serpientes.

Luego de unos 70 kilómetros y algunos días entre los 1,300 y 3,800 metros de altura, pasando por los distritos Pacobamba y Huanipaca, en Apurímac, se llega a Choquequirao en el distrito Santa Teresa, provincia de La Convención, Cusco. Sin duda, uno de los mayores atractivos de la región que al igual que Machu Picchu, ofrece una hermosa mezcla de arquitectura y paisajes selváticos, pero es un sitio poco visitado y menos accesible. He ahí, tal vez, su encanto inigualable…

Los primeros frutos en un proceso largo

Aparte del (re)descubrimiento de una ruta a Choquequirao se ejecutaron varias expediciones de investigación biológica en los bosques nativos de Pacobamba para documentar la diversidad en plantas y animales. Los primeros frutos de este trabajo se han presentado en exposiciones de fotos y videos en Pacobamba, Abancay, Andahuaylas y Lima y se tiene planeado publicar una guía ecoturística que será utilizada también para la educación ambiental en los colegios locales. Primero, se empezará con la capacitación de la gente local en temas como hospedajes rurales, restaurantes, formación de guías locales etc. Ya se está sembrando pero hasta la cosecha habrá que esperar con paciencia, la gente de Pacobamba lo sabe.